lunes, 11 de noviembre de 2013

La grandeza de Dios se manifiesta en nuestra debilidad!!!



Dios se complace en lo que es pequeño e insignificante, débil y miserable, humillado y despreciado. San Pablo enseña como Dios "ha escogido más bien lo necio del mundo, para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. 


"Reconocer, aceptar y amar la propia debilidad, no es excusar el pecado, ni acomodarse a él, sino establecerse en la verdad, perder toda ilusión acerca de sí mismo". Esto es imprescindible, porque sólo al conocer tu propia miseria empezarás a recurrir al poder y a la misericordia de Dios. 

Mientras no descubras que sin Dios no puedes nada no podrás experimentar la grandeza de su poder. Esta súplica, este grito, que diriges a Dios con tu vida, debe ser constante. Cuando te sientas débil e impotente, abrumado por las tentaciones, las pruebas, o por continuas derrotas, recuerda aquella confesión extraordinaria de san Pablo: "pues, cuando soy débil, es cuando soy fuerte." (2 Cor 12,10).

2 comentarios:

  1. Muy bien tu blog hermanita, muchos animos en este camino, muy bellas refleccion. Dios mira lo debil, lo pobre dle mundo para llegar a El con Humildad.

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  2. Felicitaciones! Es un blog bien pensado

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